Pregunta

Realmente me gusta cocinar para mi familia, pero a veces no puedo molestarme en juntar salsas y tal al final de un largo día de trabajo. Ya conserve algunas salsas, como el tomate, y congelo otros, pero todavía siento que podría hacer más para cortar mi tiempo de preparación. Disfruto de carnes y pastas con una salsa bechamel, pero tarda tanto en hacer que normalmente dejo esos platos para el fin de semana cuando tengo más tiempo. Mi esposa me sugirió que contuviera un poco de salsa bechamel de la misma manera que congelé a otros. Tengo que admitir, sin duda haría mi vida más fácil! Estoy un poco reacio a probarlo, porque sé que las salsas hechas de leche y queso no siempre se congelan bien. No quiero pasar por todo ese trabajo por nada. Así que, antes de hacer todo ese esfuerzo, tengo que preguntar: ¿Puedes congelar la salsa béchamel?

¿Se puede congelar salsa bechamel?

Respuesta

Sugerencia de su esposa era perfecto! No hay necesidad de hacer una salsa béchamel desde cero cada vez. Sin duda puede hacer un lote por adelantado y luego congelarlo para más tarde. Sin embargo, no te equivocas sobre la salsa que se separa en el congelador. La grasa y el agua se separan durante el proceso de congelación, haciendo que la salsa se vea tipo de granulado y no en todo grueso. ¡No se desespere! Te mostraré exactamente cómo devolver tu béchamel a su acabado grueso y brillante en poco tiempo. Para congelar, comience con una salsa de béchamel recién hecha. Deje que se enfríe completamente antes de congelarlo, para ayudar a evitar la congelación. Dado que las salsas hechas con leche y queso fácilmente tomar los sabores de otras cosas en el congelador, sugiero congelar una doble capa de protección. Cucharada la cantidad deseada de salsa en una bolsa de congelador, lo que permite un poco de altura para la expansión. Selle la bolsa firmemente. Luego, deslice la bolsa del congelador en otra, y cierre herméticamente la segunda bolsa. Etiquetar y fechar la bolsa del congelador y colocarla en el congelador. Esto también es una gran manera de proteger contra fugas. Para usar la salsa béchamel congelada, retire del congelador la noche anterior y deje que se descongelen en la nevera. Su salsa no va a verse muy bien en este momento. Verter en una cacerola y recalentar suavemente a fuego lento. Utilizando un batidor, batir la salsa a medida que se calienta, volviendo a su consistencia original. Pruebe y ajuste los sabores según sea necesario. ¡Servir y disfrutar!